La realidad del cáncer en Colombia en imágenes que valen más que un tratado de Hemato-Oncología.
Realismo:
Nombre masculino: Conducta o forma de ver los hechos o las cosas tal como son en realidad, sin ningún idealismo.
“A la realidad le valen madres tus creencias” frase que cito de alguien a quien admiro por su cruda forma de ver la vida, sin conformismo ni desidia social.
Con profundo dolor como médico he vivido la frustración propia de la enfermedad, pero increíblemente más, el fracaso de un sistema de salud decadente sin prioridades, sin ni siquiera un doliente, peor aún donde la falta de intervención a tiempo y la evolución natural de la enfermedad acaban con la vida de muchas personas, como usted o como yo, con ganas de vivir y con miedo a la muerte; claro, una solución rápida y facilista que pone fin a un problema.
El régimen subsidiado en Colombia agoniza desde lo administrativo, igual que muchos de los pacientes que dependen de este y que están muriendo. A cuenta propia doy fe, ya que muchos de mis enfermos en Cúcuta no reciben atención desde hace mas de 2 meses, la cual es requerida con oportunidades para tratamientos cada 21 días, lo que hace imposible evaluar la eficacia clínica, garantizando la muerte. Señores, esto no es gripa, es cáncer que mata y que le puede tocar a usted o a su familia, no puede comprar o manipular la opción de no tener esta enfermedad, y las imágenes que están viendo, muertos en vida, pacientes que no recibieron un tratamiento a tiempo llegando hasta estos puntos insostenibles, con el dolor propio de la enfermedad y la connotación social del abandono, hacen parte del realismo que a veces preferimos no mostrar.
Muchos de los cánceres más frecuentes tienen relación con problemas sociales y perversión diligente producto de la corrupción. Dentro de 15 años, el 70% de todos estos enfermos se encontraran en los países subdesarrollados y en vía de desarrollo como el nuestro, duplicando los nuevos casos hasta llegar a la cifra de 20 millones por año y de 12 millones de muertes al año por esta enfermedad. En Colombia se gasta el 0.2% del PIB en investigación y para el 2016 lo quieren recortar.
Mejorar es nuestro destino, aunque sabemos que es muy dulce morir avanzando y caer al pie del árbol primitivo, mordido por la última serpiente del bosque, con el hacha en las manos. “Carlos Enrique Vega” colega argentino, del cual tomo estas palabras para finalizar un mal, que espero cite la atención de los dirigentes políticos en esta época de promesas sociales y en muchos de los cuales quedará la directriz y responsabilidad del manejo de estos pacientes.
Por lo menos crear conciencia, y como dicen por ahí: una imagen vale más que mil palabras.
Javier Orlando Pacheco G
Médico Internista Hemato Oncólogo
