El apresurado toc toc en la puerta escucho
me asusto, también siento rabia por el afán
del que toca y le grito ¿cuál será ese patán
que quiere que le abra sin esperar mucho?
Una risa burlona del otro lado logro captar
inmediatamente la reconozco, me inquieto,
abro y ahí está él ¡Santiago mi amado nieto!
se esfuma el enojo y arriba la dicha sin par
Como siempre me dio un beso en la mejilla
¿qué haces papá Oge? pregunta en seguida
escribo algo para alguien que alegra mi vida
¿puedo conocer quién merece esa cuartilla?
Claro que sí y ahora mismo te lo voy a decir
tiene en sus ojos la aurora de un nuevo día
en la risa el canto al optimismo, la ardentía,
y en las listas manos se madura el porvenir
De su boca brota la voz que anima y consuela
y del alma el amor y la ternura que se anhela
Pero hasta ahora no sé quién es ¡dilo por Dios!
anotó el nieto dejando escapar una débil queja
ya lo debes saber por los datos que la lista deja
la persona a la que le escribo versos… ¡sos vos!
Jorge Carrascal Pérez