El famoso libro del Principito ha construido una relación tan profunda con sus lectores que es imposible olvidarle; tal vez muchos no lo habrán leído en su totalidad pero todos de alguna u otra forma, hemos visto o escuchado sus conocidas frases que calan en lo profundo del alma. Ha llegado a las pantallas de cine la adaptación de esta historia bajo la dirección del mismo director que realizó Kung fu Panda, llegó sin la pretensión de muchos films que hacen alarde antes de ser estrenadas. Es que cuando se trata del alma todo es sutil, todo es delicado, todo hace parte del ámbito interno, de aquel lugar donde sólo ingresa el amor desnudo sin arrogancia ni altivez.
La nueva versión del Principito es extremadamente bella, profunda y encantadora, además dinámica por los cambios que se observan en su elaboración, la película está rodada con dos técnicas muy diferentes para los relatos que se manejan en el guión: por un lado se utilizó la animación 3D para narrar la realidad de la niña y el aviador, mientras que para los fragmentos que reconstruyeron el imaginario mundo del Principito se utilizó la animación stop motion. A mi parecer son las imágenes más preciosas de toda la película, por la textura de papel que reflejan los personajes y que los hacen salirse del cuento original como un dibujo con vida propia.
Las características que podemos apreciar de esta película que se ganó en Cannes muchos aplausos después de ser exhibida serían las siguientes:
- Vemos la historia de una niña contemporánea que anhela ser la mejor estudiante de un acreditado instituto llamado lo Esencial, hija de una madre que desea que su hija sea la más instruida y perfecta, y es ahí donde el cuento del Principito se mete en la vida de esta niña cuadriculada para desbaratarle los conceptos fijos y hacerla volar en un mundo lleno de estrellas por vislumbrar.
- Un Principito que se enamoró de una rosa que un día llegó a través de una briznilla y se alojó en el planeta de él, allí creció, allí se conocieron, allí se amaron, pero también allí comenzaron a verse la fragilidad y los defectos que ambos tenían, él comenzó a ver en ella más errores de los que podía presentar. Por eso decide irse del planeta, decide salir de sí mismo, cuando debía entrar en su ser para descubrir la pobreza que también le acompañaba.
- El Principito fuera de su planeta conoce muchos personajes, pero sólo uno le llegó a enseñar lo que nunca había interiorizado. Lo Esencial es invisible a los ojos, le dijo el Zorro a un niño que tenía que aprender a ver la vida más allá de las apariencias externas. El Principito observó que existían muchas rosas hermosas, pero fue el Zorro quien también le enseñó que era evidente la existencia de esas rosas hermosas, sin embargo, lo que hacía más hermosa a la rosa del asteroide que él había abandonado eran los vínculos de amor.
Son los vínculos, son los recuerdos, son los momentos y las historias que se tejen los que hacen que las relaciones sean hermosas, no es el físico, no son las fragilidades, ni las pobrezas que todos tenemos los que nos constituyen. Los vínculos son ese lazo invisible que no se observa porque lo hermoso casi siempre es invisible ante los ojos, es aquello que me hace volver con humildad y con certeza de no dejar el asteroide que un día decidí abandonar.
Hay un frase del aviador hacia la niña que se convierte en el centro de todo el film “El problema no está en crecer, el problema está en olvidar” olvidamos con tanta facilidad todo lo que nos ha generado amor y paz, y recordamos todo lo que nos ratifica la adultez, ser niño es tener la capacidad para recordar todo lo bello y hermoso que es la vida, ser niño es recordar que estamos en los brazos de Dios y que Él nunca nos va a soltar.
Los adultos somos serios, no disfrutamos porque no sabemos qué es lo verdaderamente importante, lo esencial se escapa de la vista porque es invisible. Por eso debemos comenzar a ser niños parar ver las estrellas que tachonan el cielo de una madurez seria que nos roba la alegría de la vida.
Padre Hevert Alfonso Lizcano Quintero
Fraile Carmelita Descalzo
Cuenca-Ecuador
Yebrail; crecimos leyendo, escuchando , viendo de diferentes historias del principito, volamos e imaginamos cosas maravillosas en nuestra niñez, en nuestra adolescencia veíamos historias profundamente románticas, las dedicábamos y ahora q ya somos mayores, quisiéramos retomar al principito para recorrer nuestros momentos infantes y adolescentes, llevarles la magia del principito y la profundidad de sus momentos. Muy conmovedor poder apreciar la película después de tus maravillosos comentarios