Escudriñando la historia de nuestro país, en doscientos años de vida republicana, los grandes estadistas, o sea personas especializadas en los asuntos concernientes en la dirección del Estado; no están en nuestro medio.
Al inició de la independencia, a excepción del General Bolívar, unos pésimos generales mal preparados y uno que otro poeta fueron quienes dirigieron los destinos nuestro país; la ciencia de hacienda pública y los principios de formación del estado no estaban en la estreches mental de estos mandatarios.
De aquellos criollos, procreados entre españoles, indígenas y mulatos, que por su educación y color de piel se creían europeos, salvo muy pocos, sobresalen como estadistas hasta el día de hoy y siguen pariendo la peor clase de dirigentes.
Todo colombiano sin empleo, quiere ser alcalde, concejal, diputado, representante, senador o presidente, con el agravante de la falta de preparación de algunos, en los manejos de los asuntos del estado; no se miran en el espejo, los hijos de algunos políticos sacrificados por la misma descomposición social, hoy son los llamados a ocupar los altos cargos de la dirección del Estado sin que se mire el alto nivel de mediocridad.
El cuarto poder, el más temible, conformado por la clase social más corrupta y que son los dueños de los medios económicos, radio, medios escritos y tv, banca, contratación pública etc, es la encargada de cada cuatro años empacar tamales mal envueltos, para que un pueblo inculto en la política, los escoja como sus gobernantes.
En eso llevamos todo el tiempo de nuestra historia republicana, y hoy como los judíos, esperamos a nuestro Mesías, nosotros apostamos que nos llegue el chavo del ocho para que nos arregle un país que cada día va en aumento la descomposición social.
Tengo muchas esperanzas que entre todos los mandatarios que asumen sus mandatos el primero de enero del 2016, alguno se destaque en su buen gobierno, que en verdad ataque el peor mal que carcome los entes del estado, e decir la corrupción; o sino sigo condenando el graso error qué cometió Bolívar cuando derrotó a los españoles de no visionar el futuro, al quedarse gobernando con gente sin la preparación en los manejos de lo público, avarientos, ambiciosos, con alma de traidores, que cada día vemos en los palacios estatales.
Ver discusiones por quien maneja la chequera del estado y que salga a ventilarse públicamente esta diferencias, en verdad es de mediocres. La pelea por el pedazo de presupuesto, los cargos en la dirección del estado, con los únicos fines de acrecentar su patrimonio particular, sin que importe el desarrollo de los pueblos.
Espectáculo de circo, sin que exista planeación alguna, carajo ¿viva la madre patria?
Héctor Emilio Pacheco