…Con el tiempo pude comprender, gracias a la información del “Profe”, que el problema no era que los cambios físicos de infraestructura y de construcción que exigíamos no se quisieran hacer, sino que no había recursos económicos, ahí fue cuando le escuché al Magíster Edgar Sánchez su famosa frase: “El hombre es Dios cuando sueña y esclavo cuando cuenta”, sabias palabras para ese momento, pues él no podía hacer más allá de lo administrativamente posible. Estando en la mesa triestamentaria que ya llevaba varios días recibimos dos comunicados, uno de un grupo de estudiantes exigiendo que se levantara el cese de clases porque se estaban perjudicando, en su mayoría provenientes de otras partes del país (más presión para nosotros) y otro comunicado del Ministerio de Educación Nacional designado un rublo presupuestal para la UFPS Ocaña gracias a la gestión del “Profe”, hoy en día lo veo como ese salvavidas que se estaba esperando, dio más tranquilidad para el profe Edgar y se procedió a trazar acuerdos para levantar el paro.
De esta forma se consiguió no 10 salones como respuesta al hacinamiento que vivíamos en ese entonces, sino la construcción de un edificio completo lo que hoy se conoce como el bloque de Aulas que debería llevar el nombre de “Carlos Andrés Rizo”; se lograron muchas cosas entre ellas la convocatoria del Concurso Docente en especial para nuestra carrera, se estableció la construcción de la plazoleta a la vida que en ese entonces era un tierrero que servía de parqueadero, el “Profe” se comprometió a denunciar la Convención Colectiva del Sindicato de Trabajadores, se logró la construcción de los laboratorios de radio, televisión, fotografía y adecuación de una sala de sistemas para laboratorio de prensa escrita y diseño gráfico.
Nos sentíamos todos realizados y contentos con la labor hecha, nuestra Universidad y en especial mi carrera de Comunicación Social había logrado grandes cosas para su buen funcionamiento; de esta forma se levanta el paro y se da inicio a la normalidad en la Universidad, todos a clases, pero lo que nadie ha preguntado y jamás se ha dicho es ¿Qué ganaron los líderes o particularmente Máver Estévez como vocero del paro?
Puedo decir abiertamente que gané muchos enemigos, me gané la estigmatización de toda la universidad quienes ya me catalogarían como “revoltoso”, me gané el no aprecio de algunos estudiantes, docentes y directivos; jamás recibí dineros de nadie o de algún estamento, siempre fui honesto, incluso rechacé un presunto “almuerzo” organizado por un sector de la Universidad al cual dije “NO”, voy pero con mis compañeros del paro, pero solo no voy, nunca aceptaron. De la misma manera confieso que gané amenazas telefónicas, insultos y rechazo, pero jamás me doblegué y seguí con la frente en alto del deber cumplido.
Pero también puedo decir públicamente que gané a un gran amigo, el “Profe”, a quien aprendí a conocer y a ver el gran administrador con el que contaba la Universidad como Director, más aún pude comprobar la calidad humana de Edgar Sánchez; gané reconocimiento político y fue así que llegué al Consejo Superior Universitario como Representante de los Estudiantes electo popularmente; gané una preparación académica optima como Comunicador Social, cada vez que iba a los laboratorios, que convocaban a concurso docentes, que mejoraba la calidad en los docentes, que se abrían cambios y procesos de mejora, me alegraba y sabía que había valido la pena tanta lucha para el bien de la comunidad estudiantil.
Después de 8 años de haber liderado aquel paro, hoy que me encuentro tan lejos de mi Universidad con el rol de egresado y ex estudiante y trabajador de la UFPS Ocaña, veo que todo lo hecho se quedó en el olvido, ya las nuevas generaciones no hablan de lo que se hizo, pido que también en la memoria de todos quedé ese paro del 2007 y este Comunicador Social egresado de tan respetada institución quien ejerce como docente en otra prestigiosa Universidad Pública, pierda el estigma de “revoltoso” de una vez por todas. ¡Viva la UFPS Ocaña y quienes la amamos y la queremos ver siempre GRANDE!
Luis Máver Navarro