María Constanza Carrascal, cariñosamente llamada Tata Luna es hija de Alfonso Carrascal Pérez y Piedad Luna, a quien ella le dice “la mamá más bonita del mundo”.
Nacida en Ocaña, terminó su bachillerato en el Colegio Monseñor Pacheco. Posteriormente, se formó profesionalmente entre Irvine, Ciudad del Condado de Orange en EU, París y Ciudad de México. Es así como cursó un bachellor in arts y se graduó de Negocios Internacionales en la UCI (University of California), completó estudios de Lengua y Civilización Francesa en La Sorbona y se especializó en mercadotecnia en el TEC de Monterrey, no sin antes haber realizado un semestre de intercambio en Praga, una experiencia que cataloga como muy importante en su vida, porque nadie escogía Praga para vivir, todos iban a las grandes ciudades: Londres, Madrid y París. “Pero yo en cambio fui a Praga en una época muy interesante de la ciudad, justo después de abrirse al capitalismo… por supuesto nunca aprendí checo pero disfrute cada “bramboráky, que es un plato típico que venden en las esquinas, como las arepas nuestras o los tacos en México”. Señala.
Su vida laboral inició cuando aceptó trabajar para la Televisión Azteca, detrás de cámaras, siendo directora de ventas y luego escaló hasta llegar a ser la relacionista pública de este canal internacional en el mundo.
María Constanza con una acción de vida contribuye al engrandecimiento de nuestro pueblo.
María Constanza Cuenta Con Voz
CCV: ¿Qué les diría a las niñas ocañeras?
MCC: A las niñas ocañeras les diría que tengan sueños y que nunca los abandonen, porque estos se pueden hacer realidad con esfuerzo y dedicación. Iniciando a tener un sueño se crea una realidad.
Yo inicié con un gran sueño y lo logré, nunca me sentí chica en Ocaña. Además crecí con una educación muy completa, pues ¡era posible tener clases de todo! En Ocaña puedes tener todo. Mi papá me inscribió hasta en clases de baile colombiano, y yo le pregunté que por qué me puso en esas clases y él me dijo que para que “seas femenina” (Jajaja) ¡Se bailar el San Juanero perfectamente!
CCV: Usted es una mujer cosmopolita cuya vida ha transcurrido entre Ocaña, París, Nueva York, Ciudad de México y Beirut ¿Cómo se ve a la mujer en el mundo comparada con la mujer Colombiana?
MCC: Beirut es nuevo ahora en mi vida, eso me lo trajo mi matrimonio. Pero frente a tu pregunta, las mujeres colombianas se las llevan a todas, de verdad, son súper echadas pa´lante, trabajadoras, inteligentes y bonitas.
CCV: Como es su vida en México, ¿Qué tipo de actividades desarrolla?
MCC: Tengo muchas actividades. Recientemente en el Museo Nacional de México, MUNAL, organicé una exposición del mejor fotógrafo colombiano, que se llamaba Leo Matiz, pues ya murió. Conocí a su hija y logré que grandes empresas nos apoyaran.
Quiero mucho al embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortiz, y he estado muy cercana y siempre que puedo apoyo de manera extraoficial sus tareas de relaciones públicas.
Combino las actividades profesionales y sociales con mi rol de mamá y el estudio permanente. Tomo clases de árabe, italiano y de geo-política. Leo muchísimo, tengo como meta leer tres libros en francés al año. El último que estoy leyendo es el del nobel de literatura Patrick Modiano, «Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier» (Para que no te pierdas en el barrio).
Deseo mantenerme activa en la vida.
CCV: ¿Conoció a García Márquez?
MCC: Conocí a García Márquez, cuando vino a cenar a mi casa una noche por invitación de mi esposo. Cuando lo vi le dije: “estoy muy honrada de recibirlo en mi casa”, y me respondió: “yo más de conocerte”. Aclara eso por favor, porque no quiero que me vean como pretenciosa.
CCV: ¿Qué es lo que más extraña de su tierra?
MCC: Pues todo, es que crecí allá. Quiero mucho a Ocaña, es parte de mi vida, es mi única ciudad. Aunque haya viajado y viva en otro lugar, para mí solo existe Ocaña.
CCV: ¿Qué es lo mejor de ser mamá?
MCC: Lo mejor es mi hijo Pedro.