Por información recibida directamente de una descendiente de don Yabrail Haddad Salcedo pude enterarme de la vida azarosa y agitada que ha tenido el almacén “La Rebaja”. Empezando por el nombre. ¿Quién que escuche la palabra rebaja no piensa de inmediato en una venta rápida, temporal, con precios de quemazón que vuelven mi…gaja a la competencia? Es lo que en la actualidad los economistas han dado en llamar “Capitalismo voraz” o “Dumping en las economías domésticas”, y en el lenguaje del hombre de la calle “A Dios rogando y con el mazo dando.”
Y cuando la gente se da cuenta que pasan los días, las semanas, los años, las décadas y casi un siglo (faltando apenas 33 años, la edad en que murió Jesucristo) y nada que el turco dejaba de promocionar la cacareada rebaja en un aviso que colocó frente al almacén, entonces empezaron a cabrearse y a murmurar en corrillo: “A otro perro con ese hueso”. Pero como Eva cayó fue por ser mirona, las personas se asomaban al local, entraban comprobaban que había mercancía buena, bonita y barata ¡y compraban!. Lo cual indicaba que el nombre con el que fue bautizado el almacén era acertado, llamativo y sobre todo ¡vendía!. Don Yebrail que apostado detrás del mostrador siempre atento estaba, se carcajeaba, se carcajeaba, se carcajeaba.
Ahora bien, escudriñando el anecdotario del almacén “La Rebaja”, descubro sorprendido que el desplazamiento forzado en Colombia no nace en el Magdalena Medio, Urabá o Buenaventura ni empezó en el año 1.960… ¡se inicia en Ocaña en 1.948, y no fue de indefensos campesinos sino de un floreciente almacén de telas y confecciones varias!
Vean ustedes la importancia de la lectura y el seguimiento del relato narrado por la reportera especializada en eventos de antaño. Ella dice, palabras más, palabras menos: “De la calle 12, lugar dominado por el cartel tipográfico conocido con el mariano alias de “La Torcoroma”, fue desalojado el almacén a la carrera 13, en vecindad con la desalmada, chantajista y usurera mafia llamada “Badegota”, cuya sigla corresponde a Banco de Bogotá. Finalmente encuentra paz y estabilidad en la carrera 13 con calle11, una zona totalmente invadida por astutos y honrados comerciantes conocidos con los alias de “Pedro el Busaid”, “Jean el Elam”, “Charles el Angarita” y el más peligroso de todos “Pacho el Pachá”, cuyo cuidado corría por cuenta de una hermana suya identificada en el bajo mundo hotelero como “Ema”, especialista en fabricar cocteles que hacía estallar en la barriga de inocentes comensales. También preparaba fríjoles con repollo que después se convertían en una catastrófica y ruidosa bomba de gases peor que la de Hiroshima”.
Pasado el tiempo, la tranquilidad de “La Rebaja” se vio súbitamente interrumpida por el planeado ataque -tipo Pearl Harbor- de un bombardero de última generación, fabricado en Ocaña en el hangar YEBEME (Yebrail-Emérita) en enero 28 de 1977 y llamado con el top secret nombre de “YEBHALINE” que traducido del árabe significa Hombre político con piel de astuto zorro y dócil cordero. El accionar y efectividad de este avión son imprevisibles.
Una vez remodelado el inmueble, se piensa dar al servicio “La Rebaja” lo más pronto posible siguiendo la máxima: el tiempo es oro. Y luego arrendar el nuevo local con la idea de generar recursos monetarios al clan Haddad-Linero. ¡Turco es turco, el resto es paja!
Jorge Carrascal Pérez