Hay quienes dicen que hay que darle la oportunidad a los jóvenes de tomar decisiones importantes, de dirigir procesos y de aportar en los escenarios sociales, sin embargo en el momento en que pueden hacerlo, relegan a los jóvenes por «inexpertos».
Hoy la vida a los 15, a los 20 o a los 30 años, es bastante diferente que hace un par de décadas; la sociedad del conocimiento y de la información express, las facilidades para conocer otros mundos, el respeto por las libertades individuales, la posibilidad de escoger el estilo de vida que queremos llevar, y una profunda preocupación por lo social, nos permiten ser personas más felices, libres, seguras, creativas, sensibles y tolerantes; cualidades que deberían calzarle a la perfección a cualquiera que pretenda liderar un proceso social.
Y no voy a pecar por discriminación inversa, no voy a decir que ya los adultos mayores no tienen la capacidad de manejar correctamente este tren de tantos vagones que viene siendo nuestra descarrilada realidad, sería irrespetuoso, pues la oxigenación del pensar y del sentir social no siempre van ligados a la edad, y hay quienes tienen la capacidad de reinventarse. Sin embargo, también es cierto que una casa la cuida más, el que sabe que la va a habitar más tiempo, y por otro lado, cuando a un joven le apasiona lo social y decide emprender su carrera, lo hace con entusiasmo, con la respectiva preparación y respetando las reglas para mantener el ritmo en la pista y para asegurarse de llegar a la meta, distinto a lo que pasa con quienes ya llevan bastante recorrido, pues tienen menos por arriesgar.
El futuro de la democracia se encuentra en los líderes jóvenes del mundo, en los líderes jóvenes de los gobiernos, de los partidos y movimientos políticos, en los jóvenes activistas, líderes comunales, en los muchachos que se movilizan por una causa, y son ellos, autores de la transformación de los discursos, instrumentos al servicio del cambio social que demandamos.
Yo soy un convencido de que la sociedad debe empoderar a los jóvenes; de que las generaciones anteriores deberían entregar el testigo con esta consigna: Nosotros hicimos lo que pudimos con lo que teníamos, ustedes herederos y dueños, con más herramientas, háganlo mejor, y cuenten con el espaldarazo de nuestra experiencia.
Jorge Luis Solano
@solanojorge
UNA REALIDAD…UN MUY ESCRITO Y UNA REALIDAD!!!! Felicitaciones para Jorge Luis Solano.